En noviembre de este año se celebrará en Rosario, Argentina, la 18va edición de las Jornadas Internacionales de estudios sobre las Monarquías Ibéricas organizada por el nodo Justicia y Buen Gobierno de la Red Columnaria.
Desde hace algunos años ha cobrado fuerza la recuperación del estudio de los espacios insulares, aquellos que, geográficamente lo son strictu sensu. Islas oceánicas, islas fluviales, islas adyacentes, islas marítimas, islas reales e imaginarias, islas carcelarias o de redención. La importancia de estos particulares espacios en la historia iberoamericana no necesita de justificación: pero los nuevos enfoques están echando luz sobre el rol jugado por islas y archipiélagos en la defensa del conjunto o en las estrategias de quienes, durante una fase de feroz competencia entre imperios, disputaron los dominios ultramarinos a la Corona española.
Por otra parte, gran parte de la población de los espacios americanos bajo el gobierno de las monarquías ibéricas vivió fuera de las ciudades, dispersa en “islotes de asentamiento” y configurando diferentes ruralidades alrededor de caminos que permitían la conexión entre grandes ciudades muy alejadas entre sí. Esos islotes de asentamiento fueron, además, espacios de baja densidad demográfica que muchas veces fungieron como clave para la relación entre mundos que vivían arreglados al diseño español de “vida en policía” y otros que se resistían o preferían no hacerlo, dando lugar a lo que muchos han denominado durante décadas las “fronteras interiores”.
La ciudad anfitriona, por último, tiene una particularidad: aunque localizada en lo que entre principios del siglo XVI y principios del XIX la monarquía hispánica consideraba parte de sus “Indias meridionales”, el pequeño poblado de Rosario se consolidó alrededor de su parroquia (erigida en 1730). Obtuvo el título de villa en 1823 y el de ciudad recién en 1852. No tiene fundación ni, tampoco, tradición colonial alguna. A la luz de estos enfoques, como se ve, el estudio de su pasado “colonial” podría no ser el de una anomalía sino, al contrario, el de una regla. Como escribió en su hora Charles Cutter: los centros –y no las periferias– fueron las excepciones.
Estas XVIII Jornadas Internacionales de la Red Columanria constituyen una invitación a reflexionar sobre cómo era gobernar islas y archipiélagos geográficos pero también a pensar el gobierno de las ciudades, regiones y reinos de las monarquías ibéricas como archipélagos de gobierno.
Contamos con la masa crítica de los integrantes de esta red para pensar colectivamente sobre estas imágenes con el fin de poner a prueba su potencialidad heurística